PEDAGOGÍA DE LA TIERRA
Por primera vez en la historia de la humanidad, hemos pasado de un mode de producción, a uno de exterminación. Tendremos que vivir de ahora en adelante enfrentando el permanente desafío de reconstruir el planeta.
Los paradigmas clásicos que orientaron la reproducción de la exisetencia en el planeta, pusieron también en riesgo la vida del ser humano y todas las formas de vida existente en la tierra. Los científicos y filósofos de los años 60, han enviado varias alertas durante décadas; necesitamos un nuevo paradigma que tenga como fundamento la Tierra.
Las nuevas tecnologías de la información marcaron el siglo XX. Vivimos en una era de la globalización, del Internet, de la realidad virtual, de la eliminación de fronteras, de la educación a distancia, de oficinas virtuales, del ciberespacio, de la robótica, etc. Así como cucedió un cambio en los medios de oproducción con la invención de la escritura, de la prensa y de la televisión, hoy está sucediendo con el Internet. Está generando una verdadera revolución que afecta no sólo la producción, sino también el trabajo, la educación y la formación.
El escenario está dado:
- GLOBALIZACIÓN, provocada por un avance en la tecnología,
- INTERNACIONALIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN, provocada por los flujos financieros,
- REGIONALIZACIÓN, caracterizada por los bloques económicos,
- FRAGMENTACIÓN, sufrida por los globalizadores (ricos) y los globalizados (pobres),
- POLARIZACIÓN, entre los que mueren de hambre y los que se sobrealimentan,
- RIVALIDADES REGIONALES, que provocan terrorismo...
El término "Sustentabilidad" ha sufrido un gran desgaste de significado: Desarrollo sustentable es un término asociado al "desarrollo", pero como un simple rótulo, un absurdo lógico, ya que desarrollo y sustentabilidad serían dos conceptos lógicamente inncompatibles. Pero veamos que
más que un calificativo del desarrollo, va más allá de los recursos naturales y de un desarrollo sin agresión al medio ambiente. Implica un equilibrio del ser humano con él mismo, con el planeta y con el universo: qué somos, de dónde venimos, a dónde vamos...
Este tema deberá dominar los debates educativos de las próximas décadas. La categoría de sustentabilidad debe ser asociada a la de planetaridad. La Tierra como un nuevo paradigma. El tema nos transporta a un concepto de Ciudadanía Planetaria. Una cultura de sustentabilidad es una cultura de planetaridad, es decir que la Tierra está constituida por una sola comunidad de seres humanos, los terráqueos que son ciudadanos de una única nación.
1. SOCIEDAD SUSTENTABLE
El concepto de "desarrollo sustentable" fue utilizado por primera vez por la Organización de las Naciones Unidas en 1979, indicando que el desarrollo debería ser étnico, político, social y ambiental, no sólo económico. Este concepto fue divulgado por todo el mundo en el informe "Nuestro Futuro Común" de la Comisión de las Naciones Unidas pra el Medio Ambiente y el Desarrollo" en 1987.
Debido a que el conceepto "desarrollo sustentable" es un poco vago, en los últimos años las Naciones Unidas usaron la expresión "desarrollo humano" como indicadodr de calidad de vida, es decir, de una sociedad sustentable, capaz de satisfacer las necesidades de hoy, sin comprometer las oportunidades de las generaciones futuras.
Las críticas al concepto de "desarrollo sustentable" surgieron porque se cree trata los asuntos sociaes y ambientales separadamente, como un concepto elitista de los países ricos, que sólo pretenden conservar las reservas
naturales para su entretenimiento y mantener sus privilegios y no por una
preocupación genuina por el planeta. El concepto fue utilizado en una visión
colonizadora, la cual dividió a los países en desarrollados, subdesarrollados y
en vías de desarrollo, sujeto siempre a un patrón de industrialización y de
consumo.
Es por ello que la lucha ecológica hoy depende mucho de que el sector más pobre esté convencido de que la contaminación del planeta nos afecta a todos, afecta al ser más complejo de la naturaleza que es el ser humano.
Se impusieron metas de “desarrollo” por medio de políticas económicas neo-colonialistas y no ambientales. Pero los países llamados “desarrollados” en muchos casos presentan un gran aumento de la miseria, violencia y desempleo. No es de sorprenderse, por lo tanto, que muchos muestren cierta reticencia cuando se habla de “desarrollo sustentable” pues, finalmente, el tema de desarrollo llevó a una “agonía del planeta”.
Tenemos hoy que cambiar esa visión predatoria y concebir ese concepto de una forma más antropológica y menos economista y salvar la Tierra.
Parece claro que
sustentable y capitalismo son dos conceptos incompatibles, se intenta conciliar
dos términos inconciliables. Cómo puede existir un crecimiento sustentable en
una economía volcada hacia la ganancia, hacia la explotación del trabajo y no
hacia el bienestar de las personas.
En la Conferencia de Asentamientos Humanos, organizada por las Naciones Unidas, en Turquía en 1997, se presentaron experiencias concretas de lucha contra la “crisis urbana”: violencia, desempleo, falta de vivienda, transporte y salubridad, que viene degradando el medio ambiente y la calidad de vida. Estas experiencias apuntan hacia el nacimiento de una verdadera Ciudad Sustentable y a una esperanza real de que aún estamos a tiempo para poder enfrentar “nuestros desafíos globales”.
2. EDUCACIÓN SUSTENTABLE
Desde niños nos
sentimos unidos al Universo y nos colocamos ante él con una actitud de respeto
y asombro. Y desde niños buscamos respuestas a lo que somos y cuál es el
sentido de nuestra existencia. Es una búsqueda incesante, donde la educación
juega un papel preponderante para encontrar respuestas a esos cuestionamientos,
y nos enseñan a valorar muchos asuntos filosóficos, como el valor de la naturaleza.
Hoy tenemos conciencia
de que el sentido de nuestras vidas no está separado del sentido del propio
planeta, y llenamos a una encrucijada donde tenemos que elegir entre un camino
Tecnozoico, creyendo que la tecnología nos va a sacar de la crisis sin cambiar
nuestro estilo de vida contaminador y consumista. O un camino Ecozoico, basado en
una relación saludable con el planeta. Tenemos que elegir. Esto definirá
nuestro futuro.
La Tecnología y el Humanismo no se contraponen, pero está claro que hubo excesos en nuestro estilo de vida contaminador y consumista que no es producto de la Tecnología, sino del modelo económico. Esto es uno de los roles en el que deberá orientarnos la educación sustentable. El desarrollo sustentable tiene un componente educativo formidable: la preservación del medio ambiente y la conciencia depende de la educación. Aquí entra en escena la Pedagogía de la Tierra: La ecopedagogía.
Se trata de promover el aprendizaje del “sentido de las cosas”, encontrar el sentido a caminar, viviendo el proceso de abrir nuevos caminos, es una pedagogía democrática y solidaria. Se trata, sobre todo, de encontrar el nivel de sensibilidad del individuo, más que de conciencia. Por lo tanto, se encuentra mucho más al nivel de la subconciencia: no lo percibimos.
Es necesaria una ecoformación para volverlas conscientes. Y
la ECOFORMACIÓN necesita una ECOPEDAGOGÍA. Sin esa pedagogía de la Tierra para
reeducar al hombre, no podremos hablar más de la Tierra como un hogar. La
tierra continuará siendo solamente objeto de nuestras investigaciones y ensayos,
pero no podrá ser el espacio de vida.
No aprenderemos a amar
la Tierra leyendo libros, sino sembrando, acompañando el crecimiento de un
árbol o de una plantita, caminando por las calles de una ciudad o adentrándose
en una florecita, escuchando el canto de los pájaros, observando cómo el viento
mueve las hojas, sintiendo la arena caliente de nuestras playas, mirando las
estrellas en una noche oscura. Es lógico que exista la polución, la degradación
ambiental para recordarnos que podemos destruir esa maravilla y para formar
nuestra conciencia ecológica y movernos hacia la acción.
Solamente la Tierra es amigable con el ser humano, los demás planetas son hostiles. Quizás existan otros planetas fuera del sistema solar que alberguen vida, tomando en cuenta que la materia de la cual se originó el universo es la misma, es muy probable que así sea. Pero, por ahora, sólo contamos con uno que es nuestro amigo. Tenemos que aprender a amarlo.
La ecopedagogía no se opone
a la educación ambiental, todo lo contrario, la incorpora, y ofrece medios para
su realización concreta. Ésta es mucho más amplia que la educación ambiental,
ya que no se preocupa solamente por una relación saludable con el medio
ambiente, sino también de lo que hacemos con nuestra existencia a partir de
nuestra vida cotidiana.
3. CONCIENCIA PLANETARIA, CIUDADANÍA PLANETARIA Y CIVILIZACIÓN PLANETARIA
Como fenómeno y como
proceso, la globalización se volvió irreversible, pero la globalización
capitalista, sus efectos más inmediatos son el desempleo, la enorme brecha
entre los que tienen mucho y los que tienen poco, la pérdida de la autonomía de
muchos Estados y Naciones. Tenemos que distinguir entre los países
globalizadores (países ricos) y los globalizados (países pobres), es decir, cualquier
pedagogía pensada fuera de la globalización tiene hoy serios problemas de
contextualización.
“Extranjero yo no voy a
ser, ciudadano del mundo yo soy”, las palabras de esta canción del brasileño
Milton Nascimento, significan una verdadera revolución. Si soy ciudadano del
mundo no pueden existir para mí las fronteras. Las diferencias raciales se
debilitan frente a mi sentimiento de pertenencia a la Humanidad.
La noción de ciudadanía planetaria es una expresión adoptada para expresar una nueva percepción de la Tierra como una única comunidad. Se trata de un punto de referencia ético indisoluble de la civilización planetaria. La tierra es “GAIA”, un súper organismo vivo y en evolución, todo lo que se ha hecho en ella se verá reflejado en todos sus hijos.
La educación para la
ciudadanía planetaria apunta hacia una educación para vivir una ciudadanía mucho
más allá de la Tierra, una ciudadanía cósmica. Los desafíos para los educadores
son enormes, pero ya existen ciertas señales que apuntan hacia una búsqueda de
temas espirituales, de autoayuda, de un conocimiento científico más profundo
del universo.
4. MOVIMIENTO PARA LA ECOPEDAGOGÍA
El gran avance tecnológico se caracteriza por una enorme inmadurez política. Mientras que el Internet nos pone en el centro de la Era de la Información, el gobierno sigue generando pobreza, miseria y deterioro.
Podemos destruir toda la vida del planeta: 500 empresas trasnacionales controlan el 25% de la economía mundial y un 80% de las innovaciones tecnológicas, la globalización debilitó a los Estados limitando su autonomía, gigantescas deudas externas gobiernan a algunos países, las trasnacionales trabajan para el 10% de la población mundial, que se sitúa en los países más ricos, generando una tremenda exclusión.
Esto es lo que están
generando los paradigmas clásicos, falta de políticas sociales igualitarias,
falta de alternativas, y se están agotando las posibilidades de responder
adecuadamente a este nuevo contexto.
La ECOPEDAGOGÍA es una
ciencia de la educación que está formando ciudadanos que viven en armonía con
su medio ambiente, no provoca daños a otras comunidades, no para la comunidad de
hoy, ni para la comunidad del mañana; está formando ciudadanos capaces de
escoger los indicadores de calidad de su futuro. Constituye una pedagogía
completamente nueva y democrática.
Del primer Encuentro Internacional de la Carta de la Tierra (Brasil, 1999) y del Foro Internacional sobre Ecopedagogía (Portugal, 2000) nacen los siguientes PRINCIPIOS contenidos en la “Carta de Ecopedagogía”:
- El planeta como única
comunidad.
- La Tierra como madre,
organismo vivo y en evolución.
- Una nueva conciencia de
lo que es sustentable.
- Nuestro domicilio es la Tierra.
- La Tierra es un gran
pobre, el más grande de los pobres.
- Una pedagogía biófila (que
promueve la vida).
- El conocimiento sólo es
integral cuando es compartido.
- El caminar con sentido
(vida cotidiana).
- Una racionalidad
intuitiva, comunicativa y afectiva.
- Reeducar la mirada hacia el corazón.
- Cultura da sustentabilidad.
Las pedagogías clásicas
eran Antropocéntricas: el hombre era el centro del planeta. La ecopedagogía
pone al centro el planeta: La civilización planetaria.
La visión que los astronautas tuvieron “de lejos” los cambió muchísimo al vivir esa fantástica experiencia. La tierra no sólo fue vista como una gran bola azul en medio de la oscuridad del universo, sino que fue percibida como una sola unidad.
Esa visión cambió nuestra conciencia para dimensionarnos como miembros de un inmenso cosmos, para que asumamos nuevos valores basados en la afectividad, trascendencia y espiritualidad.
No es fácil, ningún cambio es pacífico, pero no se hará
realidad orando, rezando por nuestro puro deseo de cambiar el mundo. Cambiar el
mundo es urgente, difícil y necesario. Pero para cambiar el mundo es necesario
leer el mundo, entender el mundo, y, sobre todo, intervenir en él
organizadamente.
Al llegar a la luna por
primera vez, el astronauta Neil Armstrong afirmó: “Es un pequeño paso para el
hombre, pero un gran salto para la humanidad”. Eso fue posible gracias a todo el
conocimiento técnico, científico y tecnológico acumulado hasta entonces por la
humanidad. Eso no es nada despreciable, pero si hoy podemos formar redes en el
gran mundo del Internet, por qué no podríamos descubrir mejores formas de vivir
en este planeta. En ese campo estamos apenas gateando, pero estamos aprendiendo.
Estamos presenciando el nacimiento del ciudadano planetario. Podemos ensayar la vivencia de un nuevo paradigma que es la Tierra vista como una única comunidad. Y continuar caminando juntos, para que logremos llegar allá... aún a tiempo.
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